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La alimentación complementaria es la incorporación de alimentos distintos a la lactancia materna o fórmula a la alimentación del lactante. Se sugiere su introducción a los 6 meses. Para comenzarla el lactante debe haber alcanzado ciertos hitos en su desarrollo neurológico. Asegura el aporte de energía y nutrientes tales como proteínas, lípidos, hierro y zinc, evitando su carencia. El exceso de alimentos con alta densidad energética a esta edad puede determinar sobrepeso y obesidad. En este período existe una especial sensibilidad a que la nutrición pueda determinar enfermedades crónicas que se expresan durante la edad adulta.Al alimentar al niño el adulto debe aplicar normas de cuidado psicosocial, que permitirán que se desarrolle una adecuada conducta alimentaria. Ésta depende de factores propios del alimento ofrecido, del niño que lo recibe, del adulto que alimenta y del ambiente donde se desarrolla la comida. Los alimentos complementarios se basan en lo que consume la familia y dependen de factores culturales y económicos. Debe tener alimentos básicos como carne, cereales o tubérculos, leguminosas, derivados de la leche,aceites,frutasyverduras.

KARINA MACHADO, Universidad del la República, Uruguay

Profesora Adjunta Pediatría. Facultad de Medicina. Universidad de a la República. Uruguay. Diplomada en Nutrición Pediátrica. INTA. Universidad de Chile. Diplomada en Nutrición Pediátrica. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, Colombia

MACHADO, K. (2013). ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA: PERCEPTIVA Y PREVENTIVA. GastrohNup, 15(2). Recuperado a partir de https://revistas.univalle.edu.co/index.php/gastrohnup/article/view/1263